Recordando a nuestras colegas de la academia

La Academia de Derecho Ambiental de la UICN lamenta profundamente comunicar el traspaso del Juez Christopher Gregory Weeramantry, miembro de la Academia de la UICN.

El Juez Weeramantry falleció apaciblemente el 5 de Enero de 2017 a la edad de 90 años, en Colombo, Sri Lanka. A continuación, publicamos el homenaje al Juez Weeramantry que escribe su antiguo ayudante, el Dr. Nilupul Gunawardena Somathilaka de La Haya, Holanda.

Christopher Gregory Weeramantry

(1926-2017)

Todas la naciones atesoran un grupo selecto de hijos e hijas predilectos: aquellos dotados con talento especial en algún ámbito del desarrollo humano. Christopher Gregory Weeramantry, sin duda, pasará a la historia como uno de los hijos predilectos de Sri Lanka y como Ciudadano del Mundo de primer orden.

El apellido Weeramantry es tratado con respeto en todo el país: el padre del Juez Christopher Weeramantry, Gregory, y su hermano mayor, Lucian, se ganaron el reconocimiento en la historia del país, pero Christopher llegaría más allá de los límites nacionales. Su nombre, junto al de su querida Sri Lanka, resonaría por todo el mundo. Ningún otro intelectual nacido en Sri Lanka había tenido tanta repercusión en el pensamiento universal como la tuvo él. Gracias, en parte, a su personalidad amable, apacible y fascinante – coronada por una sonrisa encantadora- Christopher Weeramantry, con una facilidad envidiable, cultivó amigos y admiradores por todo el mundo.

El Juez Weeramantry -tal como se le conocía- estaba dotado de una excepcional genialidad filosófica y legal, una memoria fotográfica, una energía sorprendente y una fuerza de voluntad formidable. Por todo esto, será recordado mayormente por su posición valiente en uno de los mayores retos de la historia de la Corte Internacional de Justicia De La Haya, donde trabajó con orgullo y honor (1991-2000). Su valiente defensa, desde las trincheras de la ley, a la prohibición incondicional de las arma nucleares, será recordada como el zénit de sus logros morales.

Hay quien inventa la ocasión: con el Juez Weeramantry, uno tenía la sensación de que fue escogido y preparado para dedicar toda su vida al servicio de la humanidad. Raramente encontraremos en la historia judicial, un juez que haya brillado tanto y durante tanto tiempo, por su profunda humanidad, perspectiva universal y conocimiento intercultural.

Su posición en La Haya no fue fruto de la casualidad. En varios momentos críticos de su dilatada carrera, Weeramantry ya emitió dictámenes de valor sobre temas políticos y éticos, ya fuera desde su posición académica o como Juez de la Corte Suprema de Colombo. Su posición en contra del Apartheid en la fase final del régimen, es un ejemplo de los muchos temas éticos, que requerían de respuesta urgente y lúcida, tal como los trató Weeramantry en sus publicaciones.

Yo tuve el honor de coordinar una publicación especial en motivo del 90 aniversario del Juez Weeramantry, el 17 de Noviembre de 2016. El volumen se titula One World, One Home, One Law For All, A Tribute to Christopher Gregory Weeramantry (Un mundo, un hogar, una justicia para todos. Homenje a Christopher Gregory Weeramantry) y verá la luz próximamente. En esta publicación participan unas 60 personas, colegas, alumnos y amigos de varias disciplinas que repasan la amplia y rica carrera polifacética del Juez Weeramantry. Hacen referencia a sus ideales respecto a temas tan diversos como el derecho humanitario, el desarrollo sostenible y los derechos de las generaciones futuras, la administración fiduciaria, la igualdad y la libertad, la ciencia y la ética, el traslado de xenón, la equidad y el derecho, la integridad judicial, o el derecho y la religión.

Su gran cantidad de publicaciones y dictámenes convierten a Christopher Weeramantry en uno de los juristas más interesantes del siglo XX. Junto a su filosofía, cabe destacar su firme convicción en una perspectiva global y en la igualdad fundamental de todos los seres humanos, así como su confianza en la capacidad del hombre de superar los inquietantes desafíos del mundo actual.

Y aún hay otro aspecto remarcable. Consciente del papel del derecho y el poder judicial, el Juez Weeramantry insistió en la unidad esencial de la Justicia; en la obligación de interactuar con la Sociedad; en valores morales y normativos y en conceptos como Justicia e Igualdad; y por último, aunque no menos importante, en la pertenencia a las ricas tradiciones culturales y religiosas –reflejo de la experiencia y sabiduría que ha ido acumulando la humanidad- como fuente de inspiración para diseñar la ley universal del futuro.

Y esto nos trae de vuelta a Sri Lanka. Ningún otro juez del Tribunal Internacional de Justicia fue tan persistente en la promoción de la interacción entre derecho y religión. El Juez Weeramantry se había embarcado en una misión prometedora, no sólo por la prevalencia de una tradición legal occidental de cuatro siglos, sino también por los numerosos conflictos y peleas que se estaban dando actualmente.

No sólo sus dictámenes en La Haya, sino también varios libros y publicaciones, incluso sus poemas, muestran como el Juez Weeramantry se adentró en la filosofía Hindú, Budista, Cristiana e Islámica, en relación al poder judicial. De esta manera, él se enorgullecía de ser el producto de la tradición multicultural y pluri-religiosa de su país.

El Juez Weeramantry deja a sus conciudadanos una gran riqueza, no sólo de conocimientos y aprendizaje, sino de lo que, a fin de cuentas, es más importante: sabiduría y humanidad. Éste es el rico legado que él presenta en bandeja de plata al mundo y a su país, del que siempre se consideró en deuda por ser su Isla de Serendipia.

Dr. Nilupul Gunawardena Somathilaka

La Haya, Holanda